¡El mundo debe conocer tu historia!

Princesa: ¡Todos tenemos una historia que contar! Si ya tomaste la decisión de aceptar a Cristo en tu corazón y tu vida ha empezado a ser transformada, ¡esto es para ti! Si aún no lo has aceptado y al ver tu vida en estos momentos solo ves circunstancias negativas, problemas, consecuencias de tus malas decisiones, confusión, duda, desconocimiento, frustración... ¡no te preocupes, con mayor razón es para ti! Sé que en este texto encontrarás más de un motivo para animarte a conocer a Dios, en mi experiencia personal es la mejor decisión que he podido tomar. Así que: ¡Bienvenida una vez más! Sé que será Dios hablando a tu espíritu.

Hayas aceptado o no a Cristo en tú corazón, sé que tienes una historia que contar; sé que has vivido alguna experiencia donde has podido ver a Dios, sea propia o de otra persona. Pero te preguntarás que si aún no le has aceptado ¿cómo pudieras haber vivido alguna experiencia con Él? Quiero empezar por decirte que todos vivimos en la presencia de Dios, ya que la creación está contenida en Dios, por eso vivimos en Él, y Su Espíritu está en nosotros, por eso Él vive en nosotros; no hay un ser sobre la tierra que pueda escaparse de Su presencia.

Imagen tomada de: www.meditacionesdiarias.com.

En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, también creó al ser humano. En el primer capítulo de Génesis se describe la creación, fue hecho el hombre espiritual; en el segundo capítulo el ser humano fue formado, es decir, el espíritu que primeramente fue creado, fue depositado en un cuerpo físico para que pudiera habitar en la tierra: somos espíritu, tenemos un alma y vivimos en un cuerpo. La palabra dice: "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente." Génesis 2:7; es decir, al formar al hombre físico le dio vida a través de su propio Espíritu. ¡Desde el principio de la creación todos tenemos a Dios en nosotros!

A causa del pecado original -el pecado cometido por Adán en el huerto- todos nacemos desconectados de Dios, pero su Espíritu está en nosotros esperando ser avivado. Gracias al sacrificio hecho por Jesús en la cruz somos reconciliados con el Padre, es decir, a través de Cristo volvemos a ser uno con Él en su pensamiento, volvemos al diseño original. Al aceptar a Cristo en nuestro corazón en nuestra voluntad -porque eso Dios no lo decide por nadie, ni obliga a nadie- activamos Su manifestación a través de nuestra vida. Le damos el permiso de que obre en y por medio de nosotros.

Dicho esto, sé que si empiezas a pensar en tu pasado, en todo lo que has vivido puedes ver a Dios. Hasta en las "cosas negativas", ya que a través de la cruz también fuimos salvos de una vana manera de vivir, es decir, todo lo que nos sucede, aunque sean consecuencia de nuestras malas decisiones son usados por Dios para formarnos y prepararnos para el propósito; es por eso, que cualquiera experiencia que hayas vivido te servirá para bien, como dice en Su palabra: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." Romanos 8:28. ¿Si no pasamos por estas circunstancias, de qué manera podríamos madurar?

Imagen tomada de: lamenteesmaravillosa.com

Hoy te invito que más que quejarte o avergonzarte de tu pasado ¡agradécelo! Estoy segura que si reflexionas y cambias de actitud verás todo desde otra óptica; así tendrás muchas lecciones y aprendizajes qué rescatar. Dios usará tu historia para inspirar y dar consuelo a otras personas que hoy están pasando por lo mismo que tú. ¡Es por eso que tu historia merece ser contada! ¡Es por eso que el mundo debe enterarse de las maravillas que Dios ha hecho en ti y lo mucho que has crecido a través de lo que has vivido! Así los demás serán testigos de la gloria de Dios; expresando a Cristo cumplimos el propósito: "Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.". Habacuc 2:14.

Y bueno, si aún no encuentras lo positivo de todo esto, oro por ti para que Dios te revele a través del Espíritu Santo, sé que pronto al ver tu pasado podrás unir los puntos y todo empezará a cobrar sentido. ¡Te convencerás de que todo ayuda al cumplimiento del propósito de Dios!

Dios hizo su parte, yo estoy haciendo la mía y lo ideal es que tú también hagas la tuya. ¡Podemos ser luz para otras princesas!

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Vale la pena resaltar...

"Pretendo que siempre en lo que me base para escribir y para preparar el mensaje que transmito, sea una sola fuente: la Palabra de Dios; sin embargo, le pido a Él que les dé a todas ustedes de su sabiduría y discernimiento para poder filtrar y quedarse solo con aquello que exprese Su pensamiento y que todo lo demás sea desechado." Victoria. (Efesios 1:17-18).